Cómo jugar contra un rival superior
Tanto si acostumbras a jugar partidos amistosos con tus amigos como si eres de los que te apuntas a todos los torneos que se organizan en tu zona, alguna vez te habrás encontrado con rivales superiores a ti tanto física como tácticamente. Y aunque esto en teoría es una clara desventaja, saber llevarlo puede convertirlo en algo a nuestro favor para conseguir ganar el partido.
La superioridad física y técnica de un rival se suele convertir en puntos a su favor y una sensación de impotencia para nosotros y nuestro compañero. Pelotas a las que no llegamos, golpes que no nos salen bien, desgaste psicológico… Sin embargo si prevemos esto y trabajamos en ello, conseguiremos plantar cara a nuestros contrincantes e incluso obtener un marcador favorable. Para ello debemos seguir algunas pautas que nos ayudarán en este propósito y que tienen como principal objetivo desbaratar el planteamiento táctico del rival.
Claves a tener en cuenta antes de jugar contra un rival superior
Antes de pisar la pista de juego debemos de trabajar nuestra concentración. Llegar con tiempo suficiente, tranquilizarnos, centrarnos en el partido y nuestras posibilidades, transmitir calma a nuestro compañero y repetirnos mensajes positivos. Realizado esto conseguiremos entrar a la pista con mayor seguridad en nosotros mismos y tendremos que luchar en todo momento por conservar esta concentración evitando así fallos tontos que puedan perjudicarnos e incluso decidir el encuentro.
Una vez entremos en pista y antes de comenzar el partido es muy importante el calentamiento. Este punto es fundamental no solo para meternos tanto mental como físicamente en el partido sino también porque este peloteo inicial con nuestro rival nos va a permitir conocer mejor su juego. Por lo general el peloteo suele ser relajado y los jugadores no sacan sus mejores cualidades en él pero nos servirá para hacernos una idea de su juego, su lado dominante, los golpes que mejor ejecuta…
Claves a tener en cuenta durante un partido contra un rival superior
A la hora de empezar a jugar debemos de mostrar seguridad. Que nuestro rival no note nuestro nerviosismo y/o inseguridades será vital para mantener un juego equilibrado. Cuanta mayor seguridad demostremos mejor jugaremos y más posibilidades daremos a que nuestro rival falle por intentar golpes más difíciles o incluso por su propio nerviosismo. Por muy mal que vaya el encuentro debemos de mantener esta seguridad e ilusión por ganar. Además es importante apretar desde el primer momento con el fin de tener un marcador lo más equilibrado posible durante todo el encuentro pues en caso contrario y con mucha diferencia de puntos remontarlo será más difícil.
En este tipo de partidos lo psicológico suele ser incluso más importante que lo técnico. Por eso es importante mantener la concentración tal y como hablábamos antes pero además tranquilizándonos y no perder nunca los nervios. Nuestro rival es el que tiene mayor nivel y por ello la presión debe recaer sobre él. Desde el principio del partido tendremos que intentar mantener el marcador equilibrado, poniendo toda nuestra concentración y fuerzas en lograrlo para llegar hasta el último minuto con opciones a conseguir llevarnos el partido.
Juega sin miedo, arriésgate, propón un partido rápido y caótico. Aunque por norma general lo que mejor funcione sea un partido ordenado y bien planteado tácticamente, realizar este ejercicio ante rivales que nos superan no nos ofrecerá ninguna ventaja por eso es mejor realizar jugadas rápidas y ofrecer un juego agresivo consiguiendo un partido caótico y desenfrenado. Esto no solo disminuirá el tiempo que tienen nuestros rivales para pensar el siguiente golpe sino que además será más difícil que recuperen la posición y les hará fallar más. Una opción que tiene su riesgo, pues en consecuencia también nos hará fallar más a nosotros, pero que nos ayudará en estas situaciones.
Pero sobre todo cree en ti y apoya a tu compañero. La actitud, mantener una buena comunicación con nuestra pareja de juego y estos consejos serán claves para conseguir que nuestro rival no tenga nada fácil vencernos consiguiendo incluso que pierda el control del partido y podamos obtener un resultado a favor.