Consejos para tenistas que se pasan al pádel
El pádel y el tenis, como muchos otros deportes tienen muchas cosas en común y cada vez son más los jugadores de tenis, que debido a múltiples causas, se pasan a practicar el pádel por su, a priori, gran similitud.
Las personas que han practicado tennis durante gran parte de su vida adquieren unas técnicas muy especiales para mejorar su juego. Estas capacidades no te van a servir para, nada más comenzar a jugar al pádel convertirte en profesional, pero si te pueden ayudar a allanar el terreno en las primeras fases de aprendizaje, con lo que irás a una marcha más que una persona que empiece desde cero.
Esto quiere decir que, aunque es cierto que hay alguna semejanza, el tenis y el pádel son deportes diferentes, pero se pueden complementar a la perfección. De hecho, muchos jugadores profesionales de tenis, retirados o activos, dan el pistoletazo de salida a una nueva etapa en el mundo del pádel.
Es cierto que en ambos deportes se utiliza la pala como principal protagonista, es cierto que los partidos se juegan con una red en medio de la pista y es cierto que se golpea una bola de similares características, pero ahí acaba la semejanza. Si eres un jugador nuevo, tienes que actuar como tal y olvidarte casi completamente del tennis, aunque te cueste quitarte algunas manías que adquieres con el paso del tiempo.
Un jugador de tennis que se pase a practicar el pádel tiene que tener en cuenta una serie de nociones que vamos a explicar a continuación.
Diferencia técnica entre tenistas que se pasan al pádel
Como bien hemos comentado anteriormente, en tenis, como en la mayoría de los deportes, se cogen unas manías, a veces muy difíciles de quitar. Es el caso de los golpeos. Un jugador de tenis que comienza a practicar pádel, en sus primeras etapas, golpeará la pelota de la misma forma que lo hacía en el tenis. Aunque la técnica de golpeo sea similar, las dimensiones del campo y la forma de la pala no lo son, por lo que habrá que tener mucho cuidado si queremos que nuestros golpeos nos lleven a buen puerto.
Un jugador de pádel, a diferencia de uno de tennis, exagera mucho menos el golpeo, de esta forma será más sencillo que la pelota entre en el campo. Además en el aspecto de los efectos el pádel sugiere golpes cortados, dejando como actor secundario a las bandejas, muy utilizadas en el tennis.
Nos vamos al juego de vanguardia. Ese remate que tanto nos gusta y que ansiamos realizar en todo momento del partido con una culminación efectiva, es muy diferente en estos dos deportes. En pádel el remate es mucho más utilizado, por tanto debemos ser más precavidos a la hora de implantar una fuerza total sino queremos entrar en una espiral de cansancio de consecuencias muy negativas a lo largo del partido. Sin embargo en tennis se utiliza con menos frecuencia, con lo que la potencia que se implementará en el golpeo será mucho mayor. La Drop Shot Conqueror 5.0 es tu pala ideal si te gustan este tipo de golpeos potentes.
En pádel un remate de poca potencia y bien colocado nos puede ser más útil que un remate de una potencia colosal, ya que puedes dirigirlo con más facilidad y buscar los puntos más débiles del rival o incluso las paredes, con el objetivo de que la bola haga movimientos inesperados para tu contrincante.
Estas paredes nos pueden servir de gran ayuda, ya que nos concederán una segunda oportunidad si no respondemos al golpe rival desde un primer momento. Por tanto debemos fundirnos con la pared y tenerla como referencia siempre, de esta forma nuestra victoria estará mucho más cerca.
Cambio de mentalidad en los tenistas que se pasan a jugar al pádel
En cuanto a la actividad mental, si se pasa de tenis a pádel la mentalidad debe dar un giro de 180 grados. La agresividad en ganar los puntos de la manera más rápida posible, se queda en el campo de tenis. En una pista de pádel vamos a dejar que los puntos fluyan siendo mucho más precavido, de esta forma cansaremos a nuestro rival y conseguiremos que falle el punto.