Cómo jugar teniendo en cuenta el marcador en padel
El principal objetivo cuando jugamos al padel, además de divertirnos, es ganar especialmente a medida que vamos mejorando nuestro nivel y mejoran los recursos que tenemos en la pista de padel. Pero no jugaremos de la misma manera si es el principio del partido o ya el final y mucho menos si nuestro rival se encuentra por delante en el marcador o, por el contrario, somos nosotros los que vamos ganando por eso es importante saber cómo plantearse el encuentro dependiendo de lo que refleje el marcador.
Fallar menos que nuestro rival parece ser la clave para conseguir la victoria en padel pero independientemente de nuestro rival y en menor o mayor porcentaje, todos fallamos en la pista alguna que otra vez e incluso puede que haya algún día que fallemos más que nuestro rival pero lo más importante sin duda es tratar de no fallar en los momentos importantes. Porque aunque todos los puntos han de jugarse y es necesario intentar ganarlos, no todos los puntos son igual de valiosos, no es lo mismo un punto normal que aquel que cierra un punto, no digamos un set, y perderlos nos perjudicará más o menos en el resultado final.
Saber jugar mejor los puntos importantes que el rival, nos puede llevar a lograr la victoria. Es importante entender que a la hora de jugar no solo debemos de contar con una buena técnica, buena comunicación con el compañero o buena forma física sino que también es importante ser inteligente y saber administrar nuestras fuerzas y saber en qué momentos debemos hacer cada cosa.
En este sentido una vez comenzamos el partido y en cada momento de descanso debemos analizar el marcador y en consecuencia actuar para tratar de revertir la situación, en caso de ir perdiendo, o mantenerla, en caso de ir ganando consiguiendo ser así jugadoras que se adaptan a las circunstancias que se producen durante el juego y en definitiva ser jugadores más completos.
Cómo jugar según el marcador en padel
Los primeros compases de un partido pasan por ser el momento del tanteo en el que los jugadores se prueban y miden las posibilidades del rival, en este tipo de situaciones lo mejor es no arriesgar, tratar de provocar el fallo y luchar por llevarnos el punto siendo exigentes en nuestro juego. Si queremos ganar es crucial empezar con buen pie pues esto no solo se reflejará en el marcador sino también en nuestro juego, aportándonos más confianza.
Una vez iniciado el juego y a medida que van transcurriendo los puntos es importante cómo afrontarlos para conseguir nuestro objetivo: la victoria. En este aspecto depende del set en el que nos encontremos pero también cuál sea el marcador durante ese set y no siempre debemos de afrontarlo igual.
Si vamos por delante en el marcador, podemos permitirnos fallar y en consecuencia trataremos de imponer un ritmo más rápido, provocando cierto caos para provocar el fallo del rival. Con este marcador holgado podremos permitirnos arriesgar y precipitar la consecución del rival ya que impondremos nosotros el ritmo y le costará más adaptarse a él. En el caso contrario, es decir, de ir perdiendo en el marcador lo mejor es, efectivamente, lo opuesto. Si vamos perdiendo en el marcador esto es lo único que nos mete presión. No existe tiempo límite para efectuar el punto y por lo tanto tenemos total libertad para trabajar el punto, jugar con calma y solo definir cuando sea muy claro o esperar el fallo del rival.
Cuando la igualdad reine en el marcador o sea un punto importante basa tu juego en lo observado previamente, analizando lo conseguido hasta ahora con tu juego, las debilidades del rival... para ponerlo en práctica en estos momentos. Además en este tipo de situaciones cobrará especial relevancia la concentración y la pausa que podamos imprimir al juego.
En ese sentido es importante también analizar si el partido acaba de empezar o si está ya finalizando pues nuestras fuerzas no serán las mismas y el físico va a jugar un papel importante. Si nos encontramos al principio del partido donde los errores todavía pueden revertirse con relativa facilidad es mejor realizar un análisis de nuestro juego e incluso cambiar de estrategia si creemos que eso nos beneficiará pues no podemos pensar en cambiar la tónica si no cambiamos nuestro planteamiento mientras que al final del partido cuando la situación ya es más grave, en caso de ir perdiendo claro, es mejor asegurar el punto y no probar cosas nuevas, jugar con calma y esperar el fallo del rival. Ni que decir tiene que si vamos ganando en el marcador, lo mejor es mantener el estilo y tratar de imponer nuestro ritmo para mantenernos por delante y siempre dominantes.