Nikefobia. Miedo a ganar en padel
Los entrenamientos en padel nos sirven para prepararnos para la competición convirtiéndonos en jugadores más completos y con más recursos en la pista. Sin embargo una vez empezamos a competir puede crearse en nosotros un miedo a ganar, que nos impedirá ofrecer lo mejor de nuestro juego.
Todos empezamos a jugar al padel por pura diversión, como forma de conocer gente o simplemente por hacer deporte. Sin embargo y una vez vamos ganando experiencia y nivel pronto comenzamos a competir y la autoexigencia también comienza a crecer. Es en este punto cuando puede generarse la Nikefobia.
La Nikefobia o miedo a ganar es un fenómeno por el cual nuestro rendimiento en los partidos es notablemente inferior al de los entrenamientos afectando igualmente a jugadores amateur como a aquellos más experimentados. En este sentido podremos ver una disminución de aciertos, cometiendo errores inusuales en nosotros especialmente en momentos o puntos clave del partido creando una sensación de impotencia que aumentará este miedo generado. Esto puede producirse por diversos factores entre los que podremos distinguir.
Excesiva presión: Una vez empezamos a jugar por competir y no por diversión nuestras perspectivas cambian y solo pensamos en ganar. Esa obsesión pesará sobre nuestro juego llevándonos a fallar en golpes fáciles, especialmente en momentos claves del partido. Esta presión la podemos generar nosotros mismos o ser ajena por parte de nuestro entorno, compañero o monitor.
Excesiva responsabilidad: En línea a lo anterior cuando tenemos cierto nivel nos vemos obligados a cumplir determinadas expectativas, a dar una imagen. Esta responsabilidad caerá sobre nuestro hombros haciéndonos fallar en momentos importantes.
Excesiva tensión: En ocasiones la competición nos va a hacer llegar al partido tensos nerviosos. Esta tensión no sólo provocará que estemos nerviosos y falleros golpes fáciles sino que dentro de estos nervios nos precipite mostrar en los golpes o tomemos condiciones desacertadas.
Falta de confianza: La confianza es algo esencial en la competición pues sino nos creemos con la capacidad suficiente de afrontar los partidos difícilmente podremos rendir al máximo ya que dudaremos en las decisiones pero también a la hora de golpear poniéndonos límites que en realidad no existen.
Mala gestión de las emociones: Durante la competición son muchas las emociones que se suceden y de la alegría se puede pasar a la ira o la impotencia. Este descontrol de emociones y una mala gestión de las mimas puede acarrear un menor rendimiento o fallos no forzados.
Aparición de mensajes negativos: Con la tensión de los partidos es frecuenteque en algún momento fallemos. Lo importante es que estos fallos los olvidemos y sigamos concentrados en el partido. Sin embargo es frecuente que esto afecte a nuestra cabeza y aparezcan Mensajes negativos que nos hagan dudar a la hora de repetir un gesto, un golpe o movimiento.
El miedo a ganar es algo más frecuente de lo que podemos llegar a creer y conseguir superarlo pasa por reducir las barreras mentales que lo generan trabajando especialmente la concentración y el carácter psicológico del juego.