Lesión de tobillo en padel: Esguince
El tobillo es una de las zonas más castigadas en el pádel y en casi cualquier otro deporte porque sobre él ponemos todo el peso de nuestro cuerpo siendo además habitual realizar cambios de dirección, de ritmo o saltos que pueden provocar un mal gesto que nos provoque un esguince, una de las lesiones más habituales en el mundo del deporte. Pero, ¿sabes todo lo que necesitas saber sobre esta lesión? Te hablamos sobre ella, cómo se produce, los grados que existen y cómo podemos tratarla.
¿Cuáles son las principales causas de los esguinces de tobillo?
El padel es un deporte rápido, con constantes cambios de ritmo y dirección, con saltos... con gestos en definitiva que pueden provocar una caída o un movimiento inadecuado que pueden provocar una lesión. Los esguinces de tobillo son una de las lesiones más comunes entre deportistas y son muchas las causas por las que se producen, entre ellas destacamos:
- Algún tipo de problema en el pie que facilite la aparición de esta lesión.
- Debilidad en la zona. Si no hemos trabajado bien la zona esta puede ser demasiado débil y al forzarla con algún tipo de movimiento se produce la lesión. Debemos de realizar trabajo específico para fortalecer los músculos de nuestro cuerpo así como realizar un buen calentamiento previo a la actividad física.
- Superficies inadecuadas. Ya sea por ser resbaladiza o por agarrar en exceso, la superficie sobre la que juguemos es fundamental pues al realizar movimientos rápidos sobre ella puede producirnos un esguince de tobillo.
- Calzado inadecuado. Las marcas de padel han creado zapatillas específicas para la práctica de este deporte adaptándose a las características del juego así como a la superficie. Opta por zapatillas de padel como las Drop Shot Conqueror, las Asics Gel Solution Speed 3 Clay o las nuevas Bullpadel Baner que incorporan las mejores características como gel en el talón para una mayor amortiguación.
¿Qué grados existen y cómo se tratan los esguinces de tobillo en padel?
Un esguince en el tobillo se produce cuando los ligamentos de esta zona se ven afectados. Puede tratarse de una elongación o una rotura siendo esto lo que determine el alcance de la lesión, el tiempo de curación y el tratamiento a seguir. Dentro de esta lesión se distinguen tres grados de gravedad:
Esguince Grado I: Se produce un estiramiento, elongación, de los ligamentos. Es el más leve y aunque conlleva dolor e inflamación de la articulación, no suele presentar inmovilidad. El tiempo de curación se sitúa entre los 10 y 20 días.
Esguince Grado II: Se produce un desgarro parcial del ligamento presentando mayor inestabilidad en la articulación así como mayor dolor e hinchazón.
Esguince Grado III: El más grave de todos presentando la rotura total impidiendo por completo la movilidad y con mayor sensación de dolor e inflamación.
Curar un esguince de tobillo requiere de paciencia. Y es que va a ser fundamental no forzar el pie especialmente en las 48 horas posteriores a la lesión, con reposo y utilizando muletas cuando sea preciso. Es importante también mantener el pie en alto y aplicar hielo varias veces al dia para reducir la inflamación además de poner un vendaje compresivo en la zona, o dependiendo de la gravedad, el médico puede aplicar una escayola. Este tratamiento se complementará además con antiinflamatorios que disminuyan la inflamación y disminuyan el dolor.
Un esguince de tobillo es una lesión común y con un periodo de recuperación bajo pero que debemos de saber cuidar y evolucionar poco a poco para evitar problemas de movilidad crónicos. Una vez nos hayamos recuperado tendremos que realizar ejercicios que devuelvan movilidad a la zona y posteriormente de fortalecimiento de la zona con el fin de no volver a recaer, pues la articulación estará débil y es más fácil que se vuelva a producir.